sábado, 10 de septiembre de 2011

Miss Mexican Sueño

Estoy trabajando... ayer me la pasé increíble contigo, pero hoy tengo que hacer cosas importantes. Ni te acuerdas de mi proyecto con los niños huérfanos, ¿verdad? Necesito terminarlo mi vida, sé que vienen cosas buenas, todo este tiempo me he esforzado para pasar más tiempo contigo y lo sabes, a veces en vez de dormir, las tres horas que estoy en la cama, prefiero recargarme en la pared y mirarte, todo lo que hago es por los dos. Además quiero que veas que yo también valgo lo mismo que tú. No me veas así. Cuando... mírame, mírame amor; cuando todo esté listo, vamos a disfrutar de la vida que siempre he querido, la vida que siempre hemos soñado juntos, y además no vas a tener una novia toda fea, descuidadita, porque gracias a Dios hasta tengo tiempo de hacer ejercicio y la dieta, siempre te gustó mucho más cómo me veía cuando me conociste, lo sé, y ya no voy a vomitar mi vida, ahora que estás conmigo te has dado cuenta. Deja de verme así, no era mi culpa, ni tengo la culpa de que no te guste nada de lo que hago, tienes una mente tan cerrada, tú también deberías hacer algo por mí, por los dos, trabaja en algo más, así no vas a llegar a ningún lado. Tu jefe es un imbécil. Ya deja de distraerme mi vida, ¿Qué, a poco crees que yo no me siento mal de trabajar tanto y no tener tiempo para estar contigo? ¡Pero ahora yo soy la mala, ay que miedo! Tú no haces nada más que trabajar-descansar-leer-escribir-cocinar-cantar-trabajar-orar-reirte y hasta ver a tus amigos sin ver primero tu agenda, ¡¿qué yo no tengo derechos?! Pero bueno, para ti y tus meditaciones el tiempo abunda. La única que se fleta todo el trabajo soy yo. ¡¿Qué estás buscando en el cajón, distraído, no sabes ni donde tienes tus cosas?! Sigue así, a ver cómo le hago para darte hijos en tres años, no tengo que estar recordándote que mientras más rápido los tengamos, más rápido los metemos a la escuela y yo puedo empezar la maestría y conseguir un trabajo de tiempo completo; con todo ese dinero vamos hasta a ayudar a los pobres, por fin. ¿Oye y con qué crees que me voy a hacer cirujía después de tener a tus hijitos? Quieres nada más tenerlos conmigo para irte con otra, ¿verdad? Otra que esté más preparada que yo y más buena. Que tenga tiempo para echarse en el sillón de un starbucks a platicar contigo ¡Hasta pareces vieja! A quién le importa platicar ahora, ¿eh? ¡Ya lárgate, ándale! ¿Que no me oyes? Ya suelta toda esa ropa y salte del cuarto. Si quieres servir de algo, en lugar de decirme que me relaje y disfrute el día, ve y prepárame unas verduras que ya ni tiempo para eso tengo, voy a andar comiendo porquerías, ¡y luego cómo crees que voy a adelgazar! Deja de hacer tanto ruido, me distraes... Además no he ido a visitar a los huérfanos desde hace cuatro días. Dios sabe cuánto los quiero, sólo Él sabe que sí me importa. Tú ni el domingo le echas ganas en más de una cosa, ni en la iglesia se nota si para algo sirves.Pero si debí escuchar a mi mamá cuando me dijo que ni se me ocurriera hacerte caso, ¡y yo estaba esperando al indicado!
...No es cierto, ya sabes que es broma. Eres el indicado, tú sabes, nada más échale más ganas flojo. ¡El jóven reposo! No tienes ni idea de lo que es el reposo, mis tres horas de dormir son más reposo que tus momentos de dar gracias. ¡Ya dejame en paz, y deja de llenar esa maleta, me estás estresando!

No hay comentarios:

Publicar un comentario